Cuando Roberto Madrazo dice repentinamente "Sí hubo fraude", doce años después.
Exactamente doce años después de los comicios de 2006 para elegir al Presidente de México, y después de que en todo este tiempo al candidato de izquierda se le rebajara colectivamente en calificativos, el panorama es definitivamente opuesto y no existe rincón en todo el país que no asuma la aplastante victoria del mismo candidato, en aquel entonces vencido -en teoría-, que hoy redujo al PAN a poco menos de ser el partido vocero de la oposición y convirtió en cenizas al otrora poderoso y dictatorial PRI. Doce años después uno de los contendientes de entonces, el más tibio y mediocre por cierto, viene y despepita públicamente: "La neta en el 2006 Andrés Manuel sí le iba ganando al Felipe", y de colofón agrega que no tenía pruebas suficientes para sostenerlo pero, de haberlas tenido, sí se lo hubiera dicho al tabasqueño López Obrador. Doce años se necesitaron para corroborar la ya citada tibieza y blanco mental que caracteriza a Roberto Madrazo y no es porque tal verdad llegue tarde, sino por lo oportunista y poco útil que a estas alturas resulta. Es decir, fueron más poderosos doce años de duda que las agallas de despejar una duda en el momento oportuno, como candidato que era, y cívicamente así exponerlo.
Se necesita ser una persona con un grave daño cerebral, o de plano una desmedida irresponsabilidad mental, para asumir que por tener la duda no actuó como la ley lo obliga teniendo tal peso, ser candidato, a cuestas. Que Roberto Madrazo venga y diga que en su opinión despojaron a Andrés Manuel de un triunfo a voces, no hará que Felipe Calderón venga y nos devuelva a los mexicanos seis años de gobierno ilegítimo, ni las vidas que costó, ni el dinero que se perdió, ni los patrimonios de mexicanos despojados, ni el mal uso de recursos a favor del grupo derechista que pugnaba por conservar un poder que Vicente Fox no supo manejar. Felipe Calderón no vendrá a la palestra y dirá: "Okay, lo siento. Les devuelvo seis años de salario y prestaciones y perdonen eh?, no se repite.", no señor, las palabras de Roberto Madrazo simplemente corroboran una verdad que México aprendió ignorar y la personalidad bastante mediocre de un partido como el PRI.
A estas alturas sólo hay dos clases de mexicanos: los que aceptaron la victoria de Andrés Manuel en julio pasado y los que, por más que lo intentan, simplemente no dejan de demostrar que tal victoria les produjo indigestión pero así están las cosas, Andrés Manuel López Obrador es finalmente el Presidente Electo de México, hecho que tal vez animó a Roberto Madrazo a procurarse un espacio de quince minutos de fama para, de paso, también mentarle la madre a Felipe Calderón. A estas alturas ya no vale decir: "Sí, es cierto, en el 2006 AMLO llevaba la ventaja", porque eso ya lo sabemos, lo que vale es mirar sobre lo que hay y trabajar en ello porque, esa es la ventaja, el gobierno de AMLO podrá no gustarle a mucha gente pero definitivamente será el más incluyente y realista en la historia moderna de nuestro país. Con defectos y virtudes pero, hasta el momento y aún sin estar ejerciendo legalmente, ha probado que está hecho de verdad, la misma que el PRI y el PAN manipularon por tantos años.
Pero no nos engañemos querido(a) lector(a), la victoria de la izquierda de Andrés Manuel no es una varita mágica. Andrés Manuel no vendrá a resolvernos nuestros problemas, no nos dará dinero para pagar lo que debemos, no hará que México sea superior a Suiza ni meterá a la cárcel a quienes deben estar en esta, pero sí nos quitará los lastres, sí nos dará la oportunidad de trabajar para salir adelante y, especialmente, sí nos responsabilizará abiertamente de obligaciones y derechos que debemos tener. El punto más importante de un gobierno no es lo que da y otorga sino la manera en que respeta, ejerce y hace valer la ley y eso es algo inédito en México, después de casi cien años de gobiernos que no han sabido voltear para abajo, para en medio y para arriba y que, lejos del paternalismo, nos impulse a sacar a la nación hombro con hombro a una mejor posicición. Esa es otra gran diferencia, con este gobierno dejará de haber saqueos y privilegiados en el poder.
"No lo dije porque no tenía pruebas", dice Roberto Madrazo. No señor, usted no dijo nada porque no quiso, porque Andrés Manuel le fastidiaba a usted de la misma manera que a Vicente Fox, a Diego Fernádez de Ceballos y a Felipe Calderón. Usted no dijo nada por no quedar mal con Felipe y usted no dijo nada por cobarde, por irresponsable y, repito, por mediocre y agachón. Usted no dijo "esta boca es mía" no por la duda sino por convenenciero. "En ese entonces Andrés Manuel sí le llevaba ventaja a Felipe", dice usted señor Madrazo, pero, es en serio?, lo dice ahora que el hecho de decirlo le puede beneficiar?. No, no sea cobarde ni oportunista, le respetaría más si con huevos dijera: "La neta sí le llevaba ventaja pero no dije ni madres porque no me quería quemar", al menos eso la daría la dignidad de ser un buen Mercenario pero, para variar y caracterizando a los priístas, hasta para ser mercenario es usted un pobre diablo.
Es cuanto
Messy Blues
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