Al margen de que sea yo o no un conocido "Anti Panista" y opine que la victoria de Alejandrina Lanuza sea una pésima decisión colectiva (pero que no me extraña en lo absoluto, así es Salvatexas), me detuve un poco a analizar la parafernalia conservadora de Guanajuato que, por no arriesgarse, sigue prefiriendo estar bajo la lupa de "Malos conocidos" que tener que estar bajo el yugo de "Buenos por conocer" y Salvatierra tiene una lección que siempre se negará a aprender, aceptar las promesas de personas que han demostrado no sentirse comprometidas a cumplirlas. Alejandrina es la joya consentida de una cúpula de poder ciento por ciento panista y siempre será la niña mimada del partido estatal dadas sus bien estudiadas formas y métodos, nada nuevo ya que una sociedad machista como la de Guanajuato es predecible en ese sentido. La gente olvidó que cuando Alejandrina perdió en su primer intento fue recompensada en seguida como títular de una escuela, de bases panistas, por dedazo y orden del gobernador en turno pero Alejandrina desde luego no lo va a olvidar nunca, de hecho ella piensa que es obligación del partido, acostumbrada a sus caprichos cumplidos como es ella.
Pero Alejandrina Lanuza ya es Presidenta Municipal Electa, la segunda mujer en tener ese cargo en Salvatierra, y eso es legalmente válido aquí y en marte y está bien, no me alegro que ganara pero no me alegraría si hubiera perdido, siendo Salvatierra más bien se me habría hecho bastante extraño. Pero Alejandrina tiene una escalera algo compleja por subir. Primero tiene que desvanecer la pésima impresión que dejó la administración de Herlindo Velázquez (cuyo partido, el PRI, fue despiadadamente pulverizado en estos comicios a nivel nacional) y luego darse cuenta que, siendo Guanajuato el último bastión activo y de pie por parte del PAN, tanto el congreso estatal ganador como los alcaldes también ganadores van a tener que desempeñar un papel en serio y comprometido para no terminar de perder incluso Guanajuato en futuras elecciones, recordando a todos que a partir de diciembre México será un país oficialmente de Izquierda. Si los victoriosos alcaldes electos hacen el mal trabajo que ha hecho particularmente reconocibles al PRI y al PAN, es probable que el partido conservador pierda la fuerza que lo hizo ser victorioso en esta ocasión y Alejandrina, en ese sentido, está en la mira de quienes votaron por ella, que no son pocos, hay que reconocer. Y aparte de todo va a tener que echar un vistazo a su equipo de regidores que la apoyan, centrándonos en los titulares, que para un gusto personal tienen más experiencia en política sindicalista que en el desarrollo administrativo regional. Algo es seguro, todos y cada uno de ellos se encargaron de movilizar incondicionales a cambio de algo y esos no se quedarán con las ganas de recibir su recompensa tarde o temprano pero sí arrojan, no todos, la duda de su capacidad ya al frente de un puesto como lo es una regiduría.
El charro negro y la organizadora de cierto festival de música negra inventada por los strollers en Mississipi (la música, aclarando), y esto lo digo sujeto al todo el respeto que ella me merece -alguna vez me ayudó mucho-, van a tener que cesar de ejercer sus tareas artísticas al menos durante los próximos tres años porque de otro modo serían "Juez y Parte" y tendrán que dejar sus beneficios VIP en manos de su mayor confianza mientras el pueblo les paga por sacarlos adelante como regidores y de hecho, si continúan con esas actividades tendrán que hacerlo renunciando al apoyo municipal porque en ranchos como el mío a los beneficios por amistad e influencia se les llama "Nepotismo", aunque, claro, el nepotismo es algo que se practica en Salvatierra desde tiempos inmemoriales. Probablemente en 2006 La Marquesada se pudo llevar a cabo con todo y su nepotismo conocido por ser México un país arrebatado por el fraude electoral a favor de la derecha ilegítima (porque hay derecha legítima que sí hace algo a favor del pueblo, cabe decir), pero HOY ese nepotismo será bastante medido por los observadores y si en manos de José Herlindo Velázquez Salvatierra cayó en la anarquía, con ese descuido probable en manos de esos regidores, es seguro que Salvatexas acabará echando a su gente que preferirá arriesgarse a las políticas supremacistas de Donald Trump que seguir soportando la mala administración tan propia del PAN. Para donde sople el viento, dicen por ahí.
Personalmente ni me alegro ni me da coraje que Alejandrina haya ganado pero es cierto que, igualmente de modo personal, no creo que Salvatierra vaya a avanzar la gran cosa, en el caso de que avance.
Es cuanto.
Messy Blues
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