El mexicano, el cactus, el poncho, el sombrero y el jersey de Tom

La cosa es que Mauricio Ortega Camberos es el claro ejemplo de las personas que dan mal nombre a la especie y al mismo tiempo evidencian la abrumadora corrupción que reina en nuestro país así como la frivolidad que domina la cultura del mexicano "progresista". Personalmente me da igual si Brady pierde, recupera o deja de perder y recuperar una mugrosa prenda sudada pero sí me importa mucho que para los gringos haya sido "otro mexicano ratero" el que haga caldo gordo a los de por sí exacerbados supremacistas gringos encabezados por un pobre idiota que piensa que la tierra es plana y me molesta que una persona con un cargo tan importante como es el de "Director de un periódico" demuestre su cleptomanía enfermiza valiéndose de la falsificación e influencias. México lindo y querido, tan lejos de Dios y tan cerca de los muertos de hambre.
Pero la peor parte no queda en el hecho de facto tocante al vulgar delito (que va a quedar impune) de un falso periodista. La peor situación es la que juega México como pueblo, capaz de linchar al pseudo periodista si se lo propone pero tan indiferente a situaciones más caóticas y perniciosas para México. Capaz de enojarse porque nuestros compatriotas en EEUU serán echados por el más estúpido de los presidentes norteamericanos sin considerar que nuestra gente aquí, la que decidió quedarse y creer en México, tiene una situación más difícil por resolver (y no es nada personal ni despectivo hacia los que viven allá pero, con todo respeto, su tierra estaba aquí). La peor parte apenas comienza con eso, de hecho, pues al quedar al descubierto que Mauricio Ortega es un vulgar "ratero", se destapa la cloaca de las cosas que indignan al pueblo mexicano a un nivel telenovelesco mientras, por ejemplo, en la CDMX tratan de imponer un jugoso negocio celebrado entre Gerardo Ruiz Esparza, titular de SCT, y la Concesionaria Viaducto Indios Verdes SA de CV para construir un viaducto elevado que iría de de La Raza (que comparten tres delegaciones de la CDMX) hasta Santa Clara (Estado de México) asunto que pretenden manejar como "solución a los problemas de tráfico" cuando en realidad se trata de concesiones y negocios que, entre otras cosas, destruirían la única área verde al norte de la Ciudad de México acabando así con la fauna y la flora que mantienen funcionando esa área. Queda claro que privilegian el uso del automóvil lejos de promover el uso de transportes alternos incluído el servicio público (por el que pagamos altos impuestos, cabe señalar) y de hecho pareciera que los gobernantes y los empresarios desearan muy fervientemente evacuar a los habitantes de la ciudad para convertirla en "Zona de Negocios". Pero es más preocupante que Tom Brady pueda enojarse por su jersey.
Un alto porcentaje de gente, en mayoría de la llamada generación millennial -o Hipsters-, perdió ya la brújula del sentido común en México y dejan para mejor ocasión inmiscuirse adecuadamente en la vida política y social. Para ellos da igual, todos son nacos menos ellos, o todos son peñabots menos ellos, o todos son pejezombies menos ellos, todos tienen una vana razón de orgullo personal que los mantiene en el "Cielito Querido" o el "Starbucks" tomando un café imbebible o en su defecto echando caguama los domingos mirando el partido (por ejemplo, el partido de Tom Brady) y dejando que sus hijos crezcan educados por el celular o la tableta, ya ni siquiera una computadora. Miran cosas peor que nefastas por la TV manejadas estas por sujetos que piensan que el mejor recurso es decir groserías, comportarse como idiotas y hablarle a la gente como si se tratara de retrasados mentales. Las mujeres pelean por imponer el feminismo, los homosexuales por establecer el estado LGBT, los revoltosos quieren vivos y de regreso a los 43, los fascistas aseguran que Hitler debería revivir, los comunistas quieren que Marx sea obligatorio en las escuelas, los roñatoneros quieren que Maluma gane un Grammy (bueno, ni a cual irle), los partidarios de la onda grupera quieren "Fierro pariente", los burócratas no quieren pagar 60 pesos por comida corrida, los vendedores ambulantes jamás se van a regularizar y los funcionarios archivan su trabajo sin dejar de cobrar religiosamente tanto salario como mochadas y "pagos de favores" en tanto buscan escalones para su carrera a cargo del erario.
Aclaro: no soy homofóbico, no soy machista y no me expreso en contra de manifestaciones culturales, me opongo a la falta de equilibrio en TODO.
En México pagamos impuestos por todo (como debe ser, supongo) y pagamos la primaria de los que se van del país, pagamos los semáforos que los funcionarios y los irresponsables se pasan en rojo, pagamos el mobiliario público que los manifestantes destruyen, pagamos las obras públicas que Gerardo Ruiz Esparza y otros de su calaña nos quieren imponer, pagamos los lujos de los políticos (y la lana que se roban), pagamos el internet que ustedes y yo usamos, pagamos el mantenimiento de las instalaciones públicas, pagamos la universidad de los profesionistas (me refiero a las públicas), pagamos la infraestructura carretera, pagamos las comunicaciones y pagamos hasta los partidos políticos y las elecciones. Preguntas de colofón: por qué nos imponen entonces a los gobiernos, por qué tenemos miedo de salir a la calle o a la carretera y por qué tenemos que pagar con retrasos las manifestaciones?.
En México hay un alarmante porcentaje de trata de personas, hambre, pocas oportunidades (de modo general, también aclaro) y un pasmoso nivel de impunidad en tanto mucha gente encarcelada por razones que no han sido aclaradas purgan condenas injustas.
Pero claro, es más importante que Tom Brady no se enoje y no se quede sin su jersey.
Es cuanto
Messy Blues
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