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domingo, 3 de agosto de 2025

Salvatexas y sus Variantes

El narcisismo como realidad 

En Rusia tienen una costumbre que va más allá de lo tradicional, se llama Día de la Ciudad y se lleva a cabo en todos los óblasts (municipios) del país y consiste en la limpieza de calles, parques, arroyos y ríos de cada aldea, pueblo y ciudad de la Federación Rusa, además de algunas celebraciones locales que se realizan en tributo a su propia cultura y a sus propias raíces.

Rusia es un país de historia milenaria que supera por mucho la ibérica (profanada varias veces por árabes y romanos) y la sajona, y contra lo que se cree también reciben a los extranjeros como invitados, más no como invasores. No aceptan la influencia externa y de hecho tratan de mostrar su propia cultura con un orgullo envidiable. No en balde la Unión Europea, y actualmente Trump —y que ambos chinguen a su madre por cierto—, quieren someterlos.

Salvatexas Tortilla Gulch es un asunto aparte. Es una ciudad muy especial, con una alta capacidad de producción y hasta es precursora de la industria textil en el continente. Su distribución geográfica le hace única en el bajío por varias razones y es de hecho el único municipio que tiene los cuatro principales climas del país: cálido, seco, templado y frío, en virtud a sus paralelos de 20° 23' y 20° 00' latitud norte y por consiguiente está colocada en un curioso accidente geográfico en el principio —o final, según se vea— de la transición entre valles y sierras, justo detrás y al oeste de una zona mayormente árida como es la comprendida en el sur de Querétaro y el noroeste del Estado de México, zona que se encuentra al otro lado de la Sierra de los Agustinos yendo de Salvatexas hacia el oriente vía TarimoroYendo hacia el poniente, desde Salvatexas, tenemos regiones más húmedas aún que Salvatexas como San Nicolás de los Agustinos, Santiago Maravatío y, por supuesto, Yuriria, Uriangato y Moroleón.

Salvatexas Tortilla Gulch está justo en las faldas de una montaña, Cerro de Culiacán, que le protege de tempestades y sequías peores de las que muchos lugares cercanos sufren y de hecho es precisamente esta característica la que le permite tener toda clase de producción agrícola nacional primaria y secundaria y por ende un excelente competidor en el mercado. Aún mejor, también cuenta con la creatividad artesanal que ha logrado colocar en el mundo platillos y dulces de invención salvaterrestre. Las marionetas gigantes, o mojigangas, son otra firma propia de Salvatexas que de hecho ha sido llevada a Europa tanto del Occidente como oriental. Algo irónico fue que la derecha salvaterrestre colocó esto en Francia y España pero también en la extinta Unión Soviética en los años setenta y ochenta, sin darse cuenta.

¿Qué tiene qué ver una cosa con la otra Señor Traumatiuh-Pentatiuh Hendricks?

Cierto, aparentemente no hay mucha relación entre las Largas de San Pedro de los Naranjos con el Pelmeni de San Petersburgo pero también es verdad que en San Petersburgo y Moscú hay muchas menos posibilidades climáticas y de producción que Salvatexas Tortilla Gulch tiene a manos llenas y ese es precisamente mi punto.

El problema de Salvatexas es que por años ha sido gobernada por minorías elitistas que extrañan los tiempos de realeza y monarquía española (sí ya sé, es redundante pero me vale) y jamás ha tenido planes de desarrollo que realmente levanten el municipio. Todo lo que se ha hecho ha sido siguiendo los parámetros burocráticos que por cierto jamás han servido maldita la cosa. Los gobernantes olvidan que los planes de gobierno globales deben adaptarse a la región y eso jamás se ha hecho en Salvatexas, en el municipio solo se ha privilegiado el bolsillo de los políticos y sus respectivos lameculos en turno.

Salvatexas tiene un poco de más valores de los que la gente misma cree y estos son incluso históricos y la añoranza por la corona española solo es por parte de esos pseudo-ricos que se sienten de casta superior. Salvatexas es curiosamente un objetivo cultural de raíces propias y, en un claro ejemplo, es la descripción de Tierra de Hermosa Vegetación en el vocablo otomí Huatzindeo, que es el nombre original de Salvatexas Tortilla Gulch.

Ahora bien. En la Federación Rusa hay de todo, tanto malo como bueno porque no es ni Wonderland ni la Utopía, pero sí existen una administración y una cultura de convivencia impresionantes. Nada del otro mundo visto desde una perspectiva realista pero sí es algo que en Latinoamérica está lejos de practicarse. Objetivamente, la herencia ideológica del socialismo de la Unión Soviética dejó  más secuelas positivas que negativas. El pseudo-capitalismo instituido en hispano-américa solo ha dejado reglas de un consumismo que tiende a la autodestrucción.

Ojo, no estoy haciendo apología del comunismo ni de ideas socialistas. No lo saquen de contexto por favor.

Retomando lo de la Federación Rusa diré que las costumbres centenarias de la participación colectiva fueron lo que dio fuerza a la unidad bolchevique para derrocar la tiranía del zarismo en una nación que, por su extensión, padecía de hambrunas y miseria en mayor parte de su territorio, precisamente por la desigualdad que el imperialismo provocaba. En México fue apagada la mecha que había encendido el fervor de independencia debido a que las riquezas del país habían quedado en manos de los imperialistas y todo el territorio que había sido la Nueva España pasó de depender de la corona a depender del neocolonialismo de Estados Unidos.

¿Por qué es importante el detalle?. Sencillo, los latinos somos imitadores de la cultura mal llamada americana que poco a poco se fue haciendo vulgar y corriente. Nos volvimos egoístas, arrogantes y apátridas y hoy por hoy pensamos que, si no lo hacen los demás ¿por qué hemos de hacerlo nosotros?.

Se sorprendería el lector de saber que la población WASP (White Anglo Saxon People) de Estados Unidos compite con los rusos precisamente en el asunto de trabajar en equipo en sus comunidades. Lejos de la idea de lo que en México tenemos de los estadounidenses promedio.

En 1993 el Doctor José Herlindo Velázquez y el Señor Antonio Lagunas tuvieron una excelente iniciativa en la que pusieron a trabajar al Club Interact —rotarios adolescentes— para limpiar arroyos, riveras del Río Lerma, calles y baldíos separando además desechos de PET y aluminio y cuyas ganancias fueron donadas. No recuerdo la causa pero fue real. Mi compadre Herlindo puede desmentirme.

Esa fue la primera y última vez que eso se realizó. La política de los regidores panistas intentó bloquear todo lo que los rotarios querían realizar (alegando propaganda partidista a favor del PRI) y se perdió la única oportunidad que Salvatexas Tortilla Gulch tuvo de avanzar ideológicamente y romper con la estúpida línea divisora de clases sociales.

1993 fue el año en que Salvatexas pasó de ser un municipio líder a ser un municipio sumiso al control de la derecha mexicana dejando a los pobres como clase corriente y a los ricos como clase dominante.

En Salvatexas creció la discordia, el egoísmo, la envidia y especialmente la arrogancia. Salvatexas de pronto fue el ejemplo vivo de lo que Dietrich Bonhoeffer describe en sus estudios llamados La Teoría de la Estupidez, que detallan cómo nuestra sociedad tiende a seguir a los idiotas imitando y siguiendo órdenes ciegamente. George Orwell con sus libros Rebelión en la Granja y 1984 también ilustra bastante bien al Salvatexas —y al México— actual.

Pero Salvatexas Tortilla Gulch necesita soluciones y propuestas, no estúpidas observaciones de su pasado reciente y no tan reciente. Salvatexas necesita romper con el cascarón que lo ha cubierto por treinta y cinco años y hacer a un lado la soberbia de la que me acusaban a mí.

Salvatexas necesita hacer frente común, cerrar filas y comenzar a trabajar por su bien colectivo.

En Salvatexas hay tantos o más genios que los que pudiera haber en Moscú o San Petersburgo y tiene todo para salir adelante.

Salvatexas debe encontrar la fórmula para quitarse los viejos vicios mentales que la confinan como el hoyo perdido en una ruta de inmundicia en la que Felipe Calderón sumió a Guanajuato durante su gobierno usurpador.

Hoy estamos ante una era de verdades en las que Salvatexas reacciona o se queda abandonada por sí misma. La envidia, los egos y el narcisismo son cosas que distinguen a los mediocres y no se supone que Salvatexas sea una ciudad mediocre.

No lo fue a principios del Siglo XX y no lo fue a lo largo de ese siglo hasta 1985, cuando era una referente de progreso y tradición conjuntos y en armonía.

Con toda honestidad, creo que La Marquesada fue una vil ocurrencia de ignorantes que aprovecharon su injerencia en el poder para poder sacar partido de algo de lo que San Miguel de Allende se liberó y el SalvaBlues fue una idea basada en la novedosa euforia de Vicente Corona cuando se hizo amigo de Rod Ruthrauff

Dejando las cosas claras: Salvatexas NO es una colonia española desde 1825 y la filosofía del marquesado es una forma de extrañar la tiranía colonial sobre nuestro pueblo. Por otro lado, Salvatexas tampoco es una ciudad Bluesista (y esa es la parte más ridícula del asunto).

En Salvatexas puede haber afición por los Blues y el Rock, la hay por el Jazz (pregunten a los músicos de banda) y por supuesto hay quienes aman la Música Clásica pero por supuesto eso no nos convierte en una ciudad con tradición Bluesista. A menos claro que alguien haya vivido la miseria en el Ghetto bebiendo Bourbón de Caña, tocado la escala del Blues en una armónica en DO mayor y comido sandía a la orilla de la carretera. Ese Blues de Vicos es una moda de Blues para ricos Poser.

Me gustaría saber cuánta gente en Salvatexas conoce a fondo, y es en serio, lo que es un Marquesado y qué tan valiosa es una Raíz Española que tanto defiende Rodrigo Carrasco. Hablamos de algo parecido a los alemanes defendiendo sus raíces Nazis.

También me gustaría saber cuánta gente en Salvatexas conoce a Blind John Lemon, Robert Johnson —y su leyenda del Crossroad—, Sister Rosetta Tharpe, Big Mamma Thornton, Sonny Boy Williamson, Muddy Waters, Howlin' Wolf, Little Walter, Johnny Winter, The Yardbirds, John Mayall, Eric Gales, George Benson, Janis Joplin, Eric Clapton, B. B. King, y hasta algunos Blues que grabaron John Lennon, George Harrison, Jeff Beck, Jimmy Page y Steve Windwood.

Alguna vez señalé que NO estoy en contra de los eventos per sé, pero sí del contexto y la forma de presentarlos. La Marquesada justifica la españolización y la crueldad hacia los animales, aparte de un festejo tipo orgía romana, mientras el SalvaBlues presenta una versión light y neo-burguesa de una música que su creador no conocía antes de hacerse brody de aquel gabacho que aceptó sin recato la veneración malinchista que todo Salvatexas le prodigó. El dichoso festival es la muestra.

Nada personal con Vicente Corona, mal que bien crecimos juntos y lo estimo a pesar de todo, pero no puedes aplaudir algo que está mal aunque su creador sea tu hermano, ¿cierto?. Y justo este punto resulta de importancia y relevancia.

Vicente Corona y Miguel Fuentes crearon dos cosas que pegaron. Personalmente creo que estuvo bien que al menos propusieran algo porque en sus casos no existía inherencia con la aborrecible Marquesada.

Las ideas básicas de ambos eran buenas aunque su desarrollo no es mucho de mi agrado (y no tiene por qué serlo, en todo caso), pero lo hicieron. El hecho de que YO esté hablando de ellos es una muestra de que han hecho algo.

El problema es que no han terminado de darle forma y, si ellos dos me han acusado de mediocre, en este momento sus proyectos son reflejo de una terrible incapacidad de ponerse al día y de renovarse. Pero eso es algo que ellos tienen que revisar.

Decir y hablar es algo que suena fácil pero al menos me queda el orgullo de que yo empecé con este espacio cuando nadie más se atrevía a decir una palabra en contra de las cosas malas que hacía el gobierno del PAN en 2006.

Nunca he dicho NADA que no se haya probado y diecinueve años me han dado la razón en todo. También me he equivocado, cierto, pero también en esos casos he hecho las aclaraciones y he ofrecido las disculpas pertinentes.

El hecho es que en Salvatexas deben crecer dos cosas: la autoestima colectiva y las ganas de sacar la carreta del fango. Podemos criticar y demeritar a los demás pero eso NO servirá de nada.

Funciona que mantengas el progreso del vecino porque en su momento él te va a apoyar a ti. Funciona cuando ambos trabajan en el mismo puente para que sus respectivas cosechas puedan llegar al mercado y funciona cuando el médico de ojos trabaja en equipo con el médico de dientes así como funciona cuando un abogado comparte casos con su colega para mantener la dinámica de despertar confianza en la gente del pueblo.

En algún momento pensé en ponerme en contacto con José Daniel Sámano Jiménez para presentarle algunas propuestas pero, respetuosamente dicho, si él no me busca a mí yo no iré corriendo detrás. De por sí mi mujer dice que parezco limosnero buscando a la gente.

Cuando guste José Daniel, mis ensayos y estudios están a sus órdenes. No es soberbia, es sentido común. Alguna vez quise convencer a Salvatexas de que había algo más —y mejor— que las ocurrencias y me casi me llevan a la pira. Hoy puedo tener disposición pero para el tango se necesitan dos y yo no volveré a invitar a nadie a bailar sin que me inviten primero.

En resumen: Salvatexas necesita dejar de ser una caricatura de sí misma. Salvatexas requiere con urgencia un Día de la Ciudad al menos cada mes.

Es cuanto

Messy Blues


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