Las raíces que ya estaban pero que ya se perdieron por culpa de las raíces españolas que nunca tuvimos
Resultaría de mal gusto y pésimos principios culpar y señalar políticos y personajes como resultado de hechos lamentables como los sucedidos últimamente en Salvatexas, tal y como ahora se está dando en redes sociales a nivel regional -echar culpas-. No es una apología hacia nadie, es el hecho de que no se trata del momento indicado para responsabilizar a NADIE en funciones ejecutivas como la, o las, personas para responder de la vileza de criminales vividores. La culpa viene de años atrás, de la ambición, de la irresponsabilidad moral y mental de muchos y de la apatía de quienes los colocan en el poder.
No existe nada más triste que el féretro de una bebé que no alcanzó siquiera el año de edad, misma que, en vida y esperanza, fue llevada al pueblo para que sus familiares la conocieran y que hoy es velada en su ciudad natal en el estado de Georgia, Estados Unidos. No existe nada más desgarrador que el miedo sembrado en todos aquellos que miraban a Salvatierra Guanajuato como "El Terruño Amado" y que hoy deja establecido el principio creado de: "Aquí gobierna la impunidad". No, no es culpa de una administración compuesta por funcionarios de juguete que difícilmente han metido las patas en el lodo de las rancherías sin valerse de los vehículos oficiales en visitas de compromiso para salir en la foto. De esos funcionarios que no saben la diferencia entre los términos: "Polos de Desarrollo" y "Polos Norte y Sur", de esos que se preocupan más por crear un buen discurso para tirarle mierda al Presidente de la República tratando de justificar, u ocultar, su propia y probada ineptitud. No, no es culpa de ellos. Es una culpa circunstancial, creada, como ya dije, a través del tiempo, desde el momento mismo en que se buscó "Rescatar Nuestras Raíces Españolas", y no por quienes tuvieron la idea (bueno sí, también), sino por quienes la arroparon y dieron vida convirtiéndola en la peor expresión de barbarie que los define a ellos.
Resulta muy irresponsable culpar a una administración que ni siquiera lleva un año en funciones, pero paradójicamente es tan malo como justificarla. Cierto es que un año es poco tiempo para evaluar un trabajo administrativo pero es mucho menos tiempo aún como para haber reunido una impresionante cifra de críticas y opiniones desfavorables que ha superado a las cifras completas de sus antecesores, lo cual parecía imposible. Resulta escalofriante apreciar que esta administración arroja los mismos resultados que habría arrojado un equipo de escolares de secundaria en un colegio de pago de colonia de clase media, de esos que, ni han sufrido hambre, ni están capacitados para administrar un municipio. Pero no son ellos. La culpa se gestó en la primera década de este siglo, se consecuentó en la siguiente y se enconó en la actual. Aunque sorprende que en esta administración haya gente que, en 1999, ya eran militantes veteranos de sus partidos y resultan tan incapaces como los milenios que se jactan de estar ahí.
Salvatexas Tortilla Gulch, no en balde mi manera de llamarle, tierra al estilo Western en donde gobierna el fantasma del miedo, la indolencia y la indiferencia de esos que ciegamente siguen colocando al mismo reciclado equipo de gente incapaz al mando. Salvatexas, La Tierra de Nadie.
Messy Blues.
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