Sobre la conducta anunciada de una oposición acorralada... por propia voluntad
El gobierno encabezado por el izquierdista Andrés Manuel López Obrador es algo que caló desde dieciocho años antes de concretarse, y caló en las más altas esferas de poder y las clases que orbitan en torno a esas esferas, comenzando su taladro inquebrantable desde el momento mismo en que el político manifestó sus intenciones de ser candidato presidencial. Las teorías del "Por qué" de la reacción adversa hacia López Obrador, por parte de esas élites, y las clases que las apoyan, rebasan la lógica de ser una simple oposición política ya que el tabasqueño representó una seria amenaza a los muchos tratos por parte de la iniciativa privada con algunos políticos clave para controlar el manejo de las partidas presupuestales del Gobierno Federal sin el arbitraje legal que, se supone representan las cámaras de senadores y diputados. La animadversión hacia Andrés Manuel López Obrador extendida entre ciertos sectores de la población, que van de la clase media nueva hasta la clase de muchos recursos, nace a partir del hecho de que él es probadamente el único que ha mostrado un real interés en llegar al fondo de los males señalando abiertamente, con nombres y apellidos, todo aquello y todos aquellos que perniciosamente mantuvieron al país en un aparente "Bienestar" cimentado en la productividad de las clases bajas sin que estas recibieran beneficios directos, beneficios que se quedaban en las arcas personales de quienes manejaban el poder, bien fuera en la IP o en la política. Muy a pesar del pausado discurso y la aparente falta de seriedad que le atribuyen a López Obrador, es cierto que el político hizo válido un refrán italiano que reza: "Piano piano si arriva lontano" (Poco a poco se llega lejos).
Los opositores del Presidente López Obrador no son opositores serios, son enemigos personales que así lo demostraron desde la historia del desafuero en 2003, aderezado por los campos minados puestos por el siniestro Diego Fernández de Cevallos, y las guerras de difamaciones que arrojaron aquello de "Un Peligro Para México" y posteriores descalificaciones que intentaron por todo mantener al político fuera del juego. En resumen, el Presidente de México resulta la antítesis de la vida del tipo burgués que los aristócratas (es un decir) quieren venderle a la clase media con tendencia a clase baja. López Obrador está, por mucho, fuera del patrón del modelo de presidente que por años se prestó al juego y obviamente es el enemigo común de muchos frentes. Pero repetir lo que se ha dicho hasta el cansancio resulta una pérdida de tiempo.
Andrés Manuel López Obrador visto fríamente y sin fanatismos, lo cual debería suceder desde ambos lados (simpatizantes y odiadores), es un tipo pragmático y, tal vez festivo en cierto modo, pero siempre guarda un "As" bajo la manga. Es decir, a cualquier loca jugada que se le ocurra a su desesperada oposición, el señor responde con algo que neutraliza el ataque y logra que sus adversarios políticos queden nuevamente "en la lona" con un KnockOut aún más duro que el anterior y de es manera aplica , metafóricamente, la técnica del arte marcial japonés llamado "Aikido", en el que se utiliza la fuerza del oponente. En resumen, la ira, poder y encono arrojado por la oposición global del izquierdista, es aplicada de manera inversa hacia dicha oposición sin que sea necesario que el atacado diga siquiera un discurso de odio, a pesar de que lo acusen de ello (y no, no existe documentado ninguna clase de arenga de ese tipo por parte del actual presidente -2022-).
La oposición dirigida por un solo hombre, Claudio X González, empresario; suele lanzar cuestionamientos, acusaciones, severas críticas y hasta denuncias en contra de una manera tal que sin darse cuenta se describen por su naturaleza. Es menester dar una breve descripción de cómo cada tipo de opositor y/o antipatizante No Político se expresa en contra del titular del ejecutivo mexicano:
Clase Alta: Es aquella que acusa a López Obrador de "Naco", "Inepto", "Populista" y de llevar a México al sistema "Comunista"
Clase Media: Es aquella que, asustada por ser gobernada por un sujeto salido de las masas, asegura que el tabasqueño ha creado una polarización tal que ha dividido al pueblo de México. Esta clase social, compuesta en mayoría por personas de empleos de planta comprada u otorgada por influencias o con un negocio propio de tipo "B" (comercio en general), está convencida de que sus intereses se verán afectados por culpa del "Populismo" de "Un sujeto que ni habla inglés ni sabe dar un discurso".
Clase Media Baja: Es aquella que gasta su dinero de la misma manera en que lo gana y de hecho suele estar sujeto a deudas cuantiosas por consumir utilizando créditos, tarjetas bancarias (de crédito también) y con una vivienda de interés social (lo cual no es un pecado pero esta persona asume equivocadamente que pertenece a una clase social un tanto privilegiada y sus presunciones no coinciden con su realidad).
Y desde luego todos los de arriba son la "Carne de cañón" de la clase política opositora de López Obrador que, para invadir las cales con marchas y protestas financiando líderes, son utilizados por esa clase política para crear caos tratando de desprestigiar al sistema que representa el partido oficialista, Morena. Cada clase es una trinchera asegurada bajo discursos en los que se "evidencia" el peligro que López Obrador representa para un "Estatus" que en realidad ni siquiera la clase alta ha poseído bajo el régimen neoliberal iniciado en 1989 por el priísta Carlos Salinas de Gortari y continuado hábilmente por Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y posteriormente Enrique Peña Nieto.
En los mandatos antes citados, fueron los empresarios (que financian a la oposición actual) quienes administraron el capital del erario y repartieron a modo la manera en que las partidas presupuestales se aplicaron en beneficio de su equipo a través de "Concursos" de proveedor utilizando empresas fantasma. Lo anterior representa que, el consumo que el gobierno hacía para abastecer medicinas, obra pública, material educativo, insumos científicos y demás involucrados, eran proporcionados por una sola división (de la que Claudio X González es el Jefe) y formaban una compleja pirámide de poder estratégico que controlaba así el mencionado capital para beneficiar a ese único poder empresarial. Y por otro lado la infiltración en los gobiernos de todos los niveles de personas clave para garantizar las dispensa de impuestos y permisos anticonstitucionales para privatizar propiedad federal y obtener beneficios administrativos por encima de la ley.
Pero utilizando lo anterior para describir a los políticos que hoy hacen guerra sin cuartel a López Obrador, es destacable ver que hoy todos ellos arrojan los mismos argumentos absurdos con un discurso tipo "Hitler" pleno de rabia y motivación digna de un Coacher Coercitivo. Los argumentos del diario que esa oposición arroja describen cada vez más, y a cada quién, como lo que realmente son:
Ricardo Anaya: Un inteligente delincuente de cuello blanco que ha sabido utilizar la "Psique" del débil intelectual, pero que ha dado los peores yerros. Por citar un ejemplo, imitar la estrategia amloista de visitar todo el país municipio por municipio con la clara diferencia de que López Obrador lo hizo en silencio, sin promocionarse y visitando pueblo por pueblo (me refiero a rancherías y aldeas). Anaya se encargó de comprar el mejor equipo de audio y video, maquillistas, expertos en logística y anexos para tratar de proyectar una perfecta imagen de "Paladín" publicando diariamente sus "sacrificios humanitarios" en sus redes sociales. Está de más mencionar que esta jugada le explotó en las manos al panista.
Marko Cortés: Un político de medio peso cuya mejor presunción es haber manejado y administrado cuentas a favor de su partido (PAN) y que, aprovechando el desasosiego dentro del mismo, se hizo de la presidencia de este. Pero el señor Cortés es menos inofensivo de lo que se pueda pensar. A juzgar por la manera en que su proyecto "Va por México!" se ha desempeñado, el caballero sabe manipular muy bien a la gente. Si se aprecia con cuidado, este organismo lo tiene a él como líder mientras Alejandro Moreno (PRI) y Jesús Zambrano (PRD) hacen las veces de, "Golpeador" el primero, y "Comparsa" el segundo. En tanto, Marko Cortés se limita a hacer el recuento y capitaliza a su favor los pocos logros que pueda conseguir la oposición.
Alejandro Moreno: Un sujeto que se ha dedicado a vivir del erario desde que comenzó su vida laboral y, como todos los políticos de "Va por México!" (y algunos de Morena, la verdad), es incapaz de generar dinero por cuenta propia. Aunque tiene cierta preparación, en realidad es bastante carente de cultura, clase y buen gusto y su beligerante forma de ser le hace abrir la boca de tal modo que consigue aplausos de quienes psicológicamente están peor que él pero también logra una impresión bastante desfavorable de sí mismo por parte de sus propios seguidores y obviamente del público en general (si el lector observa detenidamente, a diferencia de Moreno, Marko Cortés es un tanto más cuidadoso de cómo se conduce y deja a Alejandro Moreno el trabajo sucio).
Jesús Zambrano: Un porro que saltó de ser un pillo en las preparatorias, CCH's, Vocacionales y otros asuntos pandilleriles, a las fuerzas de choque de la tristemente célebre "Liga comunista 23 de Septiembre" en la década de los años setenta y ochenta del siglo pasado. Este sujeto, aparte de mediocre, resulta ser un político de tipo "Líder Sindical", enfocado en gestionar conflictos de nómina y patronales y su mejor logro como líder del PRD fue haber hundido a dicho partido. Los demás opositores no resultan ser más que "Ocupantes de Curules", artistas Neo Burgueses, Columnistas a Sueldo y opinadores de internet. Del tipo de simpatizantes que pueden, o no, percibir alguna remuneración pero que se sienten rebajados por ser gobernados por "Alguien del Pueblo". Dice la cultura popular que quienes quieren pertenecer a la aparente gloria de una monarquía fabricada por falacias, odia verse llevado a su propia realidad plebeya.
Andrés Manuel López Obrador está lejos de ser "El Presidente Perfecto" pero definitivamente es hasta ahora el único que ha logrado cortar el flujo indebido del erario a bolsillos personales y el único que ha tratado de dar avance para resolver los problemas que las administraciones anteriores dejaron pasar sin dar solución. Es cierto que la inseguridad aún echa raíces y pone de cabeza a la sociedad pero la gente olvida que no todo el país es gobernado por Morena y la delincuencia, por años amparada por PRI y PAN, se establece de manera segura en territorios en manos de la oposición.
Habría que analizar a fondo, por observación basada en el sentido común, por qué cuando hubo elecciones en 2021 sucedieron cosas fatales como el "Accidente" de la línea 12 del Metro y por qué ahora que se avecinan elecciones en 2023 dicha oposición busca afanosamente demeritar los proyectos de Gobierno como el "Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles" y el "Tren Maya" pero, más allá, la gente que se deja convencer por dichos argumentos queda cordialmente invitada a estudiar a fondo también los "logros" y la "estabilidad" de los mencionados gobiernos del PRI y del PAN, los primeros desde 1970 hasta el año 2000 y los segundos entre ese 2000 y 2012, y luego nuevamente el PRI de 2012 a 2018. En todos esos gobiernos, los aparentes logros y avances estuvieron sustentados en apariencias que más tarde detonaron la inflación y la caída del PIB. Si aún así no se convencen, solamente les recuerdo que Carlos Salinas devaluó el peso al 0.001% de su valor y, mientras en enero de 1993 la moneda nacional valía un peso como unidad, a finales de ese año el peso se convirtió, bajo la denominación del "Nuevo Peso", en fracción de centavos, ni siquiera en centavos, y así los viejos Mil Pesos pasaron a convertirse en "Un Peso". Eso, Damas y Caballeros, se llama "Fracaso Administrativo" con una devaluación disfrazada. Hoy, la oposición se siente acorralada y lo más curioso es que se ha acorralado por sí misma.
Es cuanto
Tonatiuh Hendricks
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