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miércoles, 8 de mayo de 2019

El silencio de una marcha

Sobre la Marcha del Silencio del pasado 5 de mayo de 2019

Manifestarse públicamente es un derecho constitucional ganado, se supone, por la revolución mexicana a principios del pasado siglo XX y tal derecho contempla que no habrá distinción de clases, raza, etnia, nivel educativo ni preferencias sexuales, mismo derecho inalienable que no permite castigar vandalismo ni abusos por parte de los manifestantes aún si se trata de mobiliario urbano histórico. En México las marchas se han caracterizado por dos cosas, o las ganan grupos sindicalistas o no las gana nadie y eso se ha demostrado por décadas pero también es verdad que en muchos casos son los medios formales y los alternativos los que deciden mucho de la jugada para obtener resultados de opinión.

Pero seamos históricos precisamente. Cuando en 1968 los estudiantes se organizaron para pelear derechos fueron replegados y virtualmente aplastados por la maquinaria del gobierno, eso lo sabemos todos. En 1971 sucedió algo parecido en San Cosme a la altura de la Normal Superior y así muchas manifestaciones de inconformidad fueron suprimidas de Facto. No así con el más grande desobediente civil como Andrés Manuel López Obrador quien desde los años ochenta se destacó por ser bastante contreras a lo establecido y de hecho formó parte de la fundación del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional que eventualmente se convirtió en el Partido de la Revolución Democrática y en el primero de izquierda en ocupar escaños importantes en la política nacional. Tan es así que la Ciudad de México les perteneció por 21 años sin tener competencia real por parte del PRI o del PAN, siendo Andrés Manuel un importante personaje en el asunto de la izquierda en ascenso. Posteriormente Vicente Fox, en ese entonces presidente de la república, intentó por todo y con todo frenar la creciente popularidad del apodado "Peje" tratando incluso de enjuiciarlo por un presunto abuso de autoridad al expropiar un terreno que facilitaría el acceso de ambulancias a un hospital y más adelante aún sucedió el trístemente fraude cometido por el gobierno de Fox para imponer a Felipe Calderón como presidente. Así el Señor López se convirtió en un personaje, por un lado mítico y por otro folclórico que siguió dando competencia en 2012 y recientemente en 2018 para finalmente ganar.

Total, el derecho inalienable e irrenunciable de manifestarse está en las garantías ciudadanas y así se ha realizado en cada ocasión y así se realizó el pasado 5 de mayo en la ciudad de México partiendo del ángel de la independencia para llegar al monumento a la revolución, destacando la comodidad de la ruta. Es cierto que toda marcha es válida y como ciudadanos no queremos que siga habiendo imposición del gobierno pero la citada marcha es el colmo de la guerra política. Respetaría mucho que esa marcha fuera de clase alta, como lo fue, y respetaría más si la misma se hubiera dado bajo circunstancias reales y sustentadas pero básicamente se trató de "clasismo" y repulsión hacia un presidente al que se le llama "naco y mugriento", la pejefobia al final de cuentas. Pero ni siquiera eso es el ingrediente principal porque hasta eso hubiera respetado en cierto modo; en realidad fue una jugada más de las acostumbradas por el Partido Acción Nacional, el menos conforme de haber perdido, por segunda ocasión, el chance de regresar al poder.

Al tal Marko Cortés no tengo ni el gusto ni el disgusto de saber quién es ni de donde salió, como todos los panistas me da igual de todos modos, pero es verdad que el caballero tiene todo menos la capacidad de liderar un partido político que alguna vez ostentó la capacidad de dirigir nuestros destinos. Igualmente el curioso y divertido Vicente Fox, quien se ha mostrado como el más dolido y afectado por las políticas del actual presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador; ambos, se jugaron una estrategia de imitación de métodos al azuzar gente para hacer mitin y crear una novedosa noticia apoyada por los periodistas a quienes tampoco les hizo mucha gracia el apabullante triunfo de MORENA. De esa manera, el portavoz del PAN, Don Markitos, saltó a la notoriedad pública al manifestarse en apoyo de dicha marcha dos días después de la misma diciendo sus acostumbradas estupideces.

Personalmente creo que AMLO ha cometido errores, algunos bastante fuertes, pero tendré que reconocer que en intención no son para tomarle el pelo a la gente. Al propio Fox le sucedió que se enfrentó a una maquinaria destructiva más fuerte que él y prefirió bailar al son que el poder detrás le tocara al grado de ser grosero con una figura histórica como Fidel Castro para quedar bien con un ridículo Geroge W Bush en el famoso capítulo del "Comes y te vas" en 2002, olvidando el señor Fox que la envestidura de presidente le obliga a ser diplomático con todos los países con los que México tiene relaciones pero, peor aún, al tratarse de un evento de la ONU estaba obligado a portarse bien con todos los asistentes. Ese detalle dejó ver la calidad de persona que es Vicente Fox, quien cacarea mucho de estar a favor del pueblo. Y sí, probablemente AMLO esté en un periodo a prueba muy difícil y probablemente no sea aprobado por la clase alta pero ciertamente es, nos guste o nos disguste, el Presidente de México, y punto.

Así las cosas. Creo que muchos ya han demostrado su "ardor", desde un Leo Zuckermann que en lo que va del año se la ha pasado haciendo programas Anti AMLO hasta periodistas tan grises como sus deseos como Pedro Ferriz de Con, Ricardo Alemán y muchos otros, casi todos de Televisa y TVAzteca e igualmente empresarios y hasta mediocres propietarios de Pymes que ven con desgano que un "naco" esté tratando de romper con el esquema de corrupción y pillaje que caracterizó al gobierno de nuestro país por tantos años desde las traiciones mismas entre Francisco I Madero y Venustiano Carranza, Elías Calles y Lázaro Cárdenas, Adolfo López Mateos y Miguel Alemán y un infinito repertorio de ejemplos para describir el poder absolutista que hoy, en sus marchas de clase alta, alegan protestar.

No es que no les crea pero no les creo. Curiosamente esta marcha del silencio es una muestra de que AMLO está consiguiendo su principal propósito, acabar con los privilegios.

Dejo un interesante artículo que convendría leyeran, para darse una idea de las proporciones del absurdo pensamiento que se ha apoderado de quienes no se implican en ayudar a los demás pero no permiten que se les afecte a ellos en la tarea del gobierno para beneficiar a todos. Somos un pueblo poco empático.

Messy Blues

1 comentario:

Unknown dijo...

En efecto messy esa es la idea quitar privilegios y me da mucho gusto ver que lo esta logrando esas marchas lo comprueban