El Cartel 2016 de "La Marque" retoma los principios básicos de esta: La Mediocridad
Aunque estoy consciente de que los implicados hacen su mejor esfuerzo, como diseñador gráfico no puedo aplaudir un trabajo "pobre". Ciertamente los carteles de la marquejalada han estado a la altura de la calidad cultural del evento (o sea, "malitos") pero hubo un momento en que el festejo estuvo a punto de taparme el hocico. Dolerá que lo diga pero el Frito Vargas, su administración, parece haberse esmerado en darle un giro más categórico (aunque este venía por inercia desde Lupe Nava) a pesar de sus pequeños fraudes (uno muy peculiar en un cartel fusilado de Shutterstock). Aún así el cartel del año pasado y algunos puntos de logística de la "marque" del año pasado fueron bastante más maduros y rayaban en lo profesional. Este año el cartel es... "poco profesional???". Sí, es pregunta.
En una regla dentro de los lineamientos para un cartel, debe haber al menos un 75% de información gráfica acomodada en todo el formato. Obvio, encabezado, explicación, etc etc etc; pero en el cartel lo que falta no es información gráfica sino el nombre del autor del libro y la editorial, ah y el precio. Así es, parece más la portada de un libro.
Pasando de ello a la proyección de lo que se pretende vender, predomina un solo color (error de cromoproyección) y si se han encerrado todos los conceptos del evento dentro del toro luego entonces hay que aprovechar el resto de espacio con otros elementos, o bien, manejar claroscuros.
Si el equipo creativo me presenta a mí este trabajo, yo lo tomaré como una "viñeta preliminar" ya que se trata de una acuarela escolar con una manola digna de un storyboard, un mercado con apariencia de "calca", un cerro del Culiacán mas bien torcido y una parroquia boceteada con lápices de colores pero de ninguna manera es un trabajo terminado al cien por ciento como ilustración oficial.
Otro detalle en el que caen por lo regular muchos "diseñadores" de publicidad a nivel nacional es la tipografía. Si se ha institucionalizado un evento, este debe mantener la misma imagen corporativa y, un detalle más que importante, el trabajo de identidad en un cartel no se trabaja por iniciativa de una sola persona. El diseñador es eso, diseñador (dibujante, ilustrador, etc) pero no es publicista. No puedes cobrar un trabajo de rehabilitación bucal por fractura múltiple de mandíbula siendo un odontólogo, se requiere también colaborar con un maxilofacial y un médico general.
Ese es el problema, siempre queremos sacarle punta al lápiz con una lima de uñas y tratar de quedar bien como "Un gran diseñador gráfico" cuando en la escuela nos hemos brincado el muy importante punto de "Ética Profesional". La carrera a nivel universitario es "Licenciatura en ilustración y diseño", no es "Licenciatura en publicidad" ni "Licenciatura en hágalo todo usted mismo". Para todo lo anterior salta a la vista precisamente la pobreza de este trabajo.
Aunque yo ya ni me iba a meter en esto, es una opinión muy personal sobre el triunfalismo que enarbolan los responsables del asunto. Leer aquello de "Un trabajo muy profesional", cae como patada de mula cuando uno es bastante mamoncito con el trabajo que suele entregar.
Es cuanto
Messy Blues
No hay comentarios.:
Publicar un comentario