Doctora...
Recordaré las cosas buenas, así soy yo, me guardo tambien lo grato. Digamos que cuando rompí con la familia y me convertí en un anacoreta tú tuviste la gentileza de invitarme varias veces a comer. Algunas veces a tu casa y otras en el hoy desaparecido restaurante que estaba en la plaza del Carmen. Cierto, compraste una guitarra "para que yo la tocara" y hasta Juan Carlos, El Pato, y yo te acompañamos hasta Ocampo Guanajuato en donde te dieron un cargo de responsable del centro de salud local. Otros tiempos, no?. También rotulé tu consultorio sobre la carretera que sube al puente de Batanes, y me quedó bien, modestia aparte y tuve el gusto de tratar a tus papás y todo eso. A simple vista, Doctora, tuvimos una buena amistad.
Pero también quitemos el telon de fondo, ese que sirve para simular las perfecciones. Pero traeré a la memoria y al frente tus propias palabras cuando le hiciste a Lulú Troche el tacto para evaluar el avance de su embarazo, de mi hijo Eric, y tu opinión fue de: "Es un feto pequeño y esta rodeado de pura agua, por eso no se mueve". Varios días después la llevé con el Doctor José Herlindo Velázquez, a quien por cierto odiabas, y con ultrasonido, que no me cobró, nos dijo que el bebé estaba muerto. Sufrimiento fetal. Una semana mas tarde te informé del hecho y tachaste de "Irresponsable" al Doctor Velázquez por haber extraído el bebé vía cesárea. Tu dictamen fue que debió extraerlo "A pedazos". Es obvio que no sabías lo que significaba ser madre.
Oh si, la guitarra que compraste, para que yo la tocara. Sí claro, canciones para ti, a tu gusto y sin costo. Las comidas que me invitaste fueron cobradas bajo el discurso de: "Tona, pareces muerto de hambre!", lo estaba ciertamente. Cuando te acompañamos a Ocampo, fuiste bastante tirana con nosotros y recuerdo cuando estabas molesta, tu estado de ánimo frecuente, y me intimidaste de regreso a casa diciendo que me dejarías en la terminal de San Felipe para que yo llegara a Salvatexas por mis propios medios. En resumen, nunca llegamos a coincidir en nada porque tú eras impositiva y hasta te consideré un tanto "Fascista", por eso y, el detalle del bebé, me alejé de ti. Nunca te mencioné el odio y desprecio que Lulú, mi madre, mi hermano, el padre de Lulú, su familia y muchos amigos míos te guardan aún desde entonces. De hecho llevan catorce años reprochándome que yo te volviera a hablar.
Eres culpable o inocente?, ni idea, yo soy el padre dolido del bebé que no tuvo oportunidad, y aún así, y por llevar la paz, volví a dirigirte la palabra. Me llamaste "Cobarde" cuando te enteraste que te había señalado a ti como responsable del asunto. Si lo analizamos, creo que a ambos nos odian en Salvatexas, aunque conmigo solo son razones de creatividad, nunca en perjuicio de nadie.
No, no esperé a que emprendieras tu viaje para poder decirlo, lo dije siempre y en varios niveles de volumen, y de hecho te lo dije a ti. La diferencia hoy es que no puedo unirme a las muchas condolencias en tu honor. No, no he superado a Eric, aún pego de gritos por la noche teniendo pesadillas porque si bien tú como galeno fallaste, yo como padre debia ser mas responsable y procurar que el alumbramiento y sus cuidados los hiciera un médico con ética. Ambos cargaremos esa responsabilidad pero, si te llegara a hacer sentir mejor, yo soy mas culpable que tú, por confiar.
Mucha gente me va a tomar a mal este posteo, ni hablar, nunca me ha preocupado la opinión de Salvatexas, pero es algo que les debía tanto a Lulú como a Eric y a mis hijos. Pueden llamarme cobarde por hacerlo ahora, pero en realidad esta es solo la versión escrita. Así y todo, me siento mas tranquilo al poderlo expresar aquí.
Descansa en Paz Doctora. Por lo que a mí respecta ya le toca a Dios Nuestro Señor juzgarte.
Es cuanto
Tonatiuh Hendricks, Noviembre de 2021.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario