Marko Cortés, AMLO, PAN, PRI y todo lo rentable en internet
Hace días publiqué en mi cuenta de conocida red social mi disgusto por la actitud de mucha gente respecto a seguir notas y memes de desinformación contra el Gobierno Federal y amagué con lo siguiente: "Al próximo que le lea una publicación de ese tipo, de odio injustificado, lo eliminaré de mi lista". Actitud algo tonta, lo sé, pero se trata de no dar mas cauce a la inestabilidad que de por sí se dio mucho con el Gobierno de Peña Nieto (podrá ser culpable pero no hizo más daño que el PAN en sus doce años previos en el poder -salvo algunas cosas que sí reconozco de Fox-). Como sea muchos pensaron que mi publicación era una bravuconada derivada de una pataleta "chaira" y que al final quedaría así, como berrinche y ya. No fue así, eliminé de mi lista a varios pero no simplemente porque hayan publicado alguna nota Anti AMLO, de hecho eso sería intolerancia. En realidad mis razones fueron sobre publicar un meme, una nota o un link que repetía una información falsa y claramente en plan de guerra contra la figura presidencial pero sin saber, sin cerciorarse de verdad si la nota decía o no algo verdadero, sólo por el hecho de que les cae mal Andrés Manuel López Obrador y ya. Por otro lado tengo contactos que realmente lo odian por razones personales y no creen que sea un buen presidente pero ellos lo dicen, publican notas pensadas e inspiradas por ellos y dan su punto de vista PERSONAL sin valerse de notas o memes, a esos ni los toqué. Sucedió en todo el relajo que un amigo intentó dejar ver su criterio aprovechándose de una amistad de muchos años y de que en algún momento de mi azarosa vida fui su protegido viviendo temporalmente en su casa (ya que yo había roto con la familia y andaba volando bajo). Ese amigo dejó dos veces su amplio criterio demeritando a AMLO aclarando que estaba consciente de que lo sacaría de mi lista (como si se fuera a acabar el mundo por esa tontería). No, no lo eliminé de la lista pero sí eliminé sus comentarios, por un lado porque es mi muro jajajajaja y por el otro porque se trataba de imponer criterio, no de dialogarlo.
Contra lo que muchos creen, no soy un militante del amloismo a pesar de que este blog y el de "Grilla sin Partido" nacieron en 2006 derivados del fraude electoral del que fue víctima el tabasqueño en manos del panismo (sí señores, fue fraude, qué caray). En realidad soy un socialdemócrata algo tibio y en cierto modo comodino pero convencido de que un país que crece debe tener diversidad en ideologías. En su momento apoyé la candidatura de Vicente Fox, durante su mandato pensé que no era fácil que él lograra erradicar tantos males añejos y de hecho sigo convencido que no tuvo oportunidad de lograr lo que él realmente quería. El mejor gobierno estatal que ha tenido Guanajuato ha sido el de Vicente Fox, gústele a quien le guste. Pero Felipe Calderón definitivamente no fue ni por error un presidente positivo ni constructivo. Felipe se aprovechó de muchos logros del foxismo para hacerse él un nombre y quitarse de encima la imagen de "ilegitimidad" que hasta el día de hoy le persigue. Es de hecho alguien sin carisma y ungido por la clase alta (esa que ahora sale a hacer marchas y protestas) y es de hecho el símbolo de exactamente una persona de clase alta gobernando a un pueblo pobre, y aprovechándose del mismo, claro. El panismo que se desbordó en 2006 como aplanadora fue uno surgido del extremismo de ultraderecha y se aseguró por todo de no dejar llegar a AMLO a la presidencia, a pesar de que legalmente él ganó esas elecciones. Esto no quiere decir que sea el Mesías que con un toque mágico arreglará las cosas, como no lo fue Fox, pero es una vía para desahogar todo el lodo retenido por años, casi un siglo, en perjuicio de una nación que lo tiene todo y solo unos cuantos pueden disfrutar, privilegio que esos cuantos no quieren perder. Por eso es que defiendo la figura presidencial aunque pueda meter la pata, tal y como lo hice con Enrique Peña Nieto (a quien por cierto el panismo no cesó de boicotear a cada rato durante seis años).
Veo cómo ciertos grupos panistas y/o apoyadores de estos movilizan gente para secuestrar las ciudades con marchas protestando contra el gobierno federal pero, la pregunta, qué quieren exactamente. En realidad no tienen idea de por qué persiguen un objetivo, solo los mueve su odio hacia AMLO y aprovechan a personas, como mi amigo, que no son FIFIs sino aspirantes a burgueses y sin un patrimonio real pero que ven con malos ojos que un "Naco" sea quien los gobierne (y que además no entienden que el gobierno debe ser compartido, no paternalista). Personas respetables, claro, pero que en realidad no tendrían una respuesta si el propio AMLO les ofreciera hacer lo que ellos piden pero les preguntara "Qué quieren en realidad?". La política y las telenovelas tienen un par de atractivos para quienes participan en estas, el poder y la popularidad y nadie, ni AMLO, están exentos de eso. El problema es cuando alguien dice "Viene el lobo" y la prole sale con antorchas a lincharlo sin cerciorarse si en realidad viene el lobo. Veo cómo grupos sindicales y magisteriales son azuzados por esos grupos panistas, o propanistas, como estrategia para estar todo el tiempo golpeando en el tobillo para desestabilizar al enemigo, enemigo de ellos, llamado izquierda. Un sistema de gobierno que en México se protagoniza por primera vez y que no tiene que ser malo sino más justo y equilibrado.
Es bueno que haya oposición pero no oposición narcisista como lo son los panistas, priístas y perredistas. De hecho es necesario que haya un, repito, equilibrio en el sistema para evitar los errores en lo posible y hasta hace poco México era un nido de rapiña controlado por esos pequeños grupos que buscan, como dije, desetabilizar al sistema de gobierno. Marko Cortés, líder del pan, ha logrado no sus quince minutos de fama sino sus seis meses de notoriedad afirmando estupideces en conferencias que no le cuestan a él sino al presupuesto otorgado a su partido, que por cierto pagamos ustedes y yo, e igual que muchos de su equipo no está preocupado por el país como asegura sino más bien molesto porque Ricardo Anaya NO ganó las elecciones. No defenderé a ultranza a AMLO pero sí la legitimidad de la situación que, con errores o sin ellos, legal y constitucionalmente es el Presidente de México así como lo fue Vicente Fox, ya que solamente ellos dos han ganado limpiamente las elecciones (y mal asunto que sean tan antagónicos entre ellos). Atacar constantemente al gobierno desde el momento mismo en que asume el cargo es en realidad una muestra de protagonismo y adelanto en vísperas para mantener esa velada campaña de deshonra que igual aplicaron contra Peña Nieto aprovechando la tibieza de este cuando fue Presidente (y la mediocridad de su equipo, cabe decir). El PAN NO es un partido democrático, es clasista, racista y convenenciero y probablemente busque el crecimiento económico pero no para bien el pueblo sino para sus propios fines, para sus propios privilegios. El ejercito de incondicionales panistas dentro de los medios masivos de comunicación son una muestra del pasmoso control que el PAN ejerció sobre estos por muchos años, bien por las dádivas o bien por el tráfico de influencias para ejercer el "periodismo" de carácter tabloide y sensacionalista invadiendo incluso las redes sociales en internet.
Así de esta manera resumo que yo le voy a creer a alguien cuando genuinamente sea opuesto a mis ideas y convicciones basado en su PROPIO criterio y no porque lo dijo la amiga o amigo que le gusta o le pareció muy "cool" o "chistoso". Recuerden que a eso se le llama "Bully" y a nadie le gusta que se lo apliquen. Así de este modo han salido de mi lista personas que nunca pensaron que lo haría y que se toman a la ligera el uso responsable de un medio de comunicación por el que NO pagarían si no fuera gratis. Es fácil soltar los dedos.
Es cuanto
Messy Blues
No hay comentarios.:
Publicar un comentario