sábado, 19 de octubre de 2024

Instituciones de Tianguis

De cómo la burocracia de rancho crea idiotas con poder


Bueno, el ayuntamiento de Salvatexas no es el único chiquero de mierda burocrática. Aunque recordé cuando entré a trabajar ahí llevado por Gerardo Sánchez ante el dolor y estupor del sindicato de secretarias y empleados de confianza que, ya en ese entonces, me odiaban más que al sarampión. Fue bastante divertido ver sus actitudes de “No mames, qué hace ese wey aquí?” y yo pisando callitos por todos lados. Más risa que me dio que era el momento breve de un par de meses antes del  cambio de administración y Gerardo representaba al PRI, que había perdido ante Moisés Ramírez por el PRD y yo había sido capturista de la campaña del PRI (sin afiliarme, aclaro) y todos decían “Bueno, dale chance, en cuanto entre el PRD este wey se va” y, oh sorpresa, Don Moy me llamó y me nombró responsable de la base de datos estadísticos del municipio y me encargó, a mí, el sistema de los polos de desarrollo. Por tres años me estuve pitorreando de todos esos pendejos que no me soportaban. Digamos que me quedé un tiempo ahí para joder a quienes ya se sentían jodidos.

Pero la historia es otra jajaja. Ahora me toca platicar sobre la basura que se maneja en la representación de la Universidad de Guanajuato, concretamente en la Escuela Preparatoria en la que su equipo administrativo se comporta como las típicas lombrices estomacales que no aceptan más parásitos que ellos y entre grilla y grilla presionaron al que había sido rector de la prepa, Pancho Vaca González, para que dejara el puesto y, al mismo tiempo, echaron a una administrativa proveniente de Celaya, Lourdes Gómez. Todo el problema es que el grupito de poder liderado por una bola de mequetrefes y mequetrefas, piojos resucitados todos, vieron amenazados sus intereses (un salario burócrata y propinas por debajo de la mesa) y utilizaron argumentos muy pendejos para despedirlos. La peor parte es el machismo y la tiranía solapados entre esa gente bastante mierda que no tiene escrúpulos para tratar de establecer su control a nivel de mediocre mafia laboral. Así, como sucede en Presidencia Municipal, igual.

Juan Gallardo Muñoz es un claro ejemplo de ocupar un puesto cotizado sin tener la capacidad profesional para ello. Un sujeto capaz de pelearse con una chica para dejar patente su naturaleza de “Alfa” pero sin aguacates para ponerse con un hombre, en es ese mediocre mundillo de la burocracia de salarios seguros pero dignos de aspiraciones inferiores. Es decir, a la altura de quienes los reciben, nada esencial de lo que la gente pueda esperarse de ellos, salvo su pendeja pedantería. Tan usual en los empleados de gobierno. Se supone que los sindicatos están para proteger a los empleados pero, como es el caso, algunos solamente sirven para agarrar dinero fácil y rápido, tal y como les es posible a los raterillos de oficina. Malos para ser delincuentes consumados y malos para ser profesionistas respetables. Es decir, una bola de pendejos que suelen meterse con quienes se dejan.

José Martín López, Recursos Humanos, y Víctor Jiménez, representante laboral, no son mejores dada su tibieza cuando algún empleado de nómina les reporta alguna queja, ellos igual bailan de acuerdo a como vaya el ritmo de la cumbia y, si no les conviene apoyar a alguien, simplemente se hacen de la vista gorda. Otro gran ejemplar es Hilda Lucía Cisneros, profesora de corte regular que no tiene empacho en sentir que ella tiene privilegios de administrador y ella decide quién entra y quién no en la Preparatoria como visitantes del personal. O sea, si eres empleado del plantel y le caes bien, tu familia puede visitarte sin problemas, pero si no le caes bien, la tipa deja la orden estricta a los chúntaros que cuidan la entrada para que no te dejen pasar. Vaya con los nopales con complejo de marqués.

El problema en ciudades como Salvatexas es que los únicos lugares en donde se gana relativamente bien son las escuelas de la Universidad y Gobierno de Guanajuato, Telmex, y el Módulo de Riego ya que en sí la ciudad no ofrece mucha infraestructura para algo mejor. Aunque es cierto que si yo reportara a dos que tres “Empresarios” del pueblo a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, muchos iban a caer por pagar muy por debajo del salario mínimo, sin seguro social, con mucho nepotismo y bajo condiciones de abuso (Verdad Don Miguel?). Pero en resumen, Salvatexas está lleno de escaladores que en su vida han leído un libro, aún siendo profesores, y no han salido de su terreno si acaso para visitar alguna playa pública en un hotel barato. Y hasta para algo así tienen que ahorrar por al menos cinco años.

Personas como los mencionados arriba (entre muchos más) son el claro ejemplo de aquella frase de “El que no tiene y llega a tener, loco se quiere volver”. Gente miserable que se vuelve déspota en cuanto comienza a tener un capital relativamente desahogado, no muy decoroso pero el suficiente como para tratar a los demás como idiotas. Así es el modelo de la burocracia en lugares como Salvatexas aunque en cierto modo así sucede con todo aquel que, por razones del destino, tienen un poco de solvencia suficiente. Me alegro de tener el orgullo de que en el Barrio de San Juan mucha gente me recuerda como aquel nieto de Doña Pily que solía dar una que otra ayuda a los vecinos que andaban en apuros de repente. Por si alguien quería echarme en cara aquello de que yo “Siempre he sido un fracasado”, jajajajajaja. También fui niño rico.

Salvatexas es una ciudad en la que sus gobernantes jamás se preocuparon de cultivar la cultura como ya lo han hecho otros Municipios más pequeños aún y de hecho siempre ha sido gobernada por pequeños círculos de castas acostumbradas al intercambio de favores políticos apoyados por familias supuestamente prósperas que opinan de sí mismas que son la nobleza del pueblo. Claro, no generalizando. También hay gente buena en Salvatexas.

El punto en este caso es que la basura se maneja en todos lados dentro de esta clase de puestos y trabajo pero, y realmente es educativa la prepa de Salvatexas?, será?. No he conocido a mucha gente egresada de esa institución que sepa mucho de ortografía y gramática, historia y geografía o, de hecho, que sepa siquiera expresarse debidamente. Es decir, estamos hablando de una escuela que, aparte de inútil y costosa, sirve para crear tiranos de segunda clase. Claro, no hay mucha diferencia con otras escuelas o centros de capacitación dentro del municipio. La objetividad perdida en lugares como este no solamente radica en la baja calidad del personal de importancia sino en los resultados por consecuencia. Tenemos hoy a los profesionistas que, como padres de los mismos, hemos permitido que sean educados por bufones.

Es Cuanto

Messy Blues

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